OIT: Hacia una recuperación sostenible del empleo en el sector del turismo en América Latina y el Caribe

La OIT destacó hoy la necesidad de diseñar políticas orientadas a la recuperación del turismo en los países de la Región, que depende directamente de la extensión de la vacunación y de la adopción de medidas adecuadas de seguridad y salud en el trabajo. Se busca impulsar uno de los sectores económicos más dinámicos, esencial para la generación de divisas, ingresos y empleos.

El director de la Organización Mundial de Turismo (OIT) para América Latina y el Caribe, Vinícius Pinheiro, dijo: “La recuperación del turismo depende directamente de la extensión de la vacunación y de la adopción de medidas adecuadas de seguridad y salud en el trabajo. La reactivación de este sector puede tener un efecto multiplicador importante sobre la economía y empleo, que puede resultar crucial para superar la crisis generada por la pandemia”. Afirmó que es fundamental que las políticas de recuperación del sector contribuyan para mejorar la calidad de los empleos, y estimulen la formalización del mercado de trabajo. El apoyo a las micro y pequeñas empresas también es crucial para que los beneficios del turismo favorezcan el desarrollo local.

Panorama Laboral

En el documento “Hacia una recuperación sostenible del empleo en el sector del turismo en América Latina y el Caribe”, elaborado por la OIT, se informa que el turismo constituye una de las actividades más dinámicas y con más rápido desarrollo a nivel mundial en las últimas décadas. Para los países receptores de turismo representa una contribución relevante a la generación de valor agregado y empleo a la vez que constituye una importante fuente de divisas. Se trata de un sector intensivo en mano de obra, que brinda oportunidades de empleo a mujeres, jóvenes y trabajadores de bajo nivel educativo en la región. El sector de hoteles y restaurantes se caracteriza por un mayor porcentaje de trabajadores.

Informan que mientras que la cantidad de ocupados totales se contrajo entre el segundo trimestre de 2020 y el mismo período del año anterior cayó en promedio 27,1 por ciento, la pérdida de puestos de trabajo en el sector de hoteles y restaurantes fue del 44,7 por ciento.

Los datos acerca de la evolución del empleo, del empleo informal, de las horas trabajadas y de los ingresos en el sector muestran que el ajuste frente a la crisis se dio principalmente a través de la pérdida de empleos tanto formales como informales, con mayor pérdida entre los informales, acompañada por una contracción de las horas trabajadas. El mayor efecto de la pandemia sobre el empleo en el sector turismo se relaciona con el carácter de las medidas de restricción que llevaron adelante los gobiernos de la región, pero también con las características de mayor informalidad en el empleo en la actividad.

Casos exitosos

Como reacción a la crisis los gobiernos de los países de América Latina y el Caribe implementaron diferentes medidas de apoyo a la actividad económica en general y al sector turismo en particular. Se pueden mencionar entre ellas los paquetes fiscales exenciones y prórrogas para el pago de impuestos como apoyo a las empresas, junto con sostén a través de créditos subsidiados. Para sostener el empleo se recurrió a medidas de retención del empleo y de apoyo al pago de salarios.

En el informe de la OIT expresa que el turismo requiere del apoyo de varios sectores para garantizar su competitividad, entre los que destacan el transporte, la seguridad, la conectividad tecnológica, la gestión de áreas protegidas, entre otros, que facilitan o proveen las condiciones habilitantes para el desarrollo armónico de la actividad. A esto se suma la atomización del tejido empresarial en la región, donde en muchos países casi el 90 por ciento de las empresas del ramo corresponden a pequeños y medianos emprendimientos.

El fortalecimiento del turismo a pesar de su abrupta detención también se avizora como clave para la recuperación de forma sostenible con énfasis en la resiliencia del sector como se ha evidenciado en crisis pasadas. La inversión pública y líneas de crédito para la generación de nuevos proyectos de turismo no convencional marcarán la diferencia entre los países que estén mejor preparados para recibir a los turistas después de la crisis sanitaria. En este sentido, se ha identificado ciertos países que han apostado por el fomento productivo como México, donde se ha enfatizado la reactivación del turismo interno como eje de desarrollo sostenible de las comunidades rurales de la región a través de varios programas de reactivación económica con un enfoque importante de sostenibilidad, innovación y digitalización, e inclusive con importante inversión en infraestructura turística como el futuro Tren Maya.

Barbados y Santa Lucía han identificado nuevos nichos emergentes en la pandemia, como los nómadas digitales a los cuales han dirigido sus estrategias de atracción de visitantes.

Recomendaciones

La OIT plantea un menú de consideraciones de políticas concretas para una mejor recuperación del sector centrada en el empleo decente y la sostenibilidad ambiental.

Se destacan:

• Promover el empleo productivo, la creación de trabajo decente y empresas sostenibles en el sector turismo.

• Garantizar seguridad y salud en el trabajo para una recuperación segura.

• Digitalización y ampliación de capacidades.

• Transformación productiva y creación de empleos verdes.

• El diálogo social y el fortalecimiento de la coordinación y articulación en el sector turismo.

Si bien muchas de las políticas han seguido cauces de coordinación interinstitucional, no necesariamente cumplen con las condiciones inherentes a procesos formales de diálogo social, lo que constituye una oportunidad a ser aprovechada en la región. Por lo que resulta importante enfatizar que la preservación de los puestos de trabajo y la ampliación de las oportunidades de trabajo decente se fomenten a través de la reglamentación, el diálogo social, la negociación colectiva, la cooperación en lugar de trabajo, así como la adopción de medidas para reducir las disparidades en el acceso a la tecnología digital, respetando las normas internacionales del trabajo y la privacidad, y promoviendo la protección de los datos y la conciliación de la vida laboral y la vida privada. Si bien muchas de las políticas han seguido

cauces de coordinación interinstitucional, no necesariamente cumplen con las condiciones inherentes a procesos formales de diálogo social, lo que constituye una oportunidad a ser aprovechada en la región.

FUENTE: FEHGRA