Con el objetivo de avanzar con una reforma por consenso y superadora de la actual Ley de Tránsito a nivel nacional, frente a la problemática de la siniestralidad vial, y en el marco de la posible aprobación e implementación de una baja de 0.5 a 0 en el límite de alcohol en sangre permitido para conducir en todo el territorio argentino, la Corporación Vitivinícola Argentina (COVIAR), cámaras empresarias y representantes del sector turístico y gastronómico se reunieron hoy con el gobernador de Mendoza, Rodolfo Suárez, y luego brindaron una conferencia de prensa conjunta para manifestar su postura y detallar los motivos de su preocupación.

La Tolerancia 0 no solo es ilegal y técnicamente impracticable, sino que además no es la solución frente al problema creciente de los accidentes de tránsito en la Argentina. E insistir en medidas aisladas tiene un fuerte impacto sobre los hábitos culturales de los argentinos, su salud, y atenta no solo contra la industria vitivinícola sino también contra el sector gastronómico y el enoturismo de una actividad productiva hoy presente en 18 provincias argentinas.

“Consideramos inconsistente cualquier tipo de resolución que no aborde la problemática de la siniestralidad vial de manera integral”, afirmó José Zuccardi, presidente de COVIAR, y agregó “Queremos aportar una visión que también nos dé la oportunidad de crear conciencia y habilitar nuevos enfoques fuera del reclamo estrictamente sectorial, que vayan más allá del límite de tolerancia cero y aborden integralmente dicha problemática haciendo foco en la prevención”.

Por su parte, Beatriz Barbera, presidente de la Asociación de Empresarios Hoteleros y Gastronómicos de Mendoza (AEHGA), reafirmó la preocupación del sector y agregó: “Estamos dispuestos a trabajar junto al sector púbico y privado, como lo venimos haciendo, para acordar acciones conjuntas que brinden una alternativa complementaria a esta problemática, que no sea tan determinante y en detrimento del sector gastronómico como lo sería la Tolerancia 0, tal como está planteada”.

 

De izquierda a derecha, Eduardo Sancho, presidente de ACOVI, Beatriz Barbera de AEHGA, y José A.Zuccardi presidente de COVIAR.

Para COVIAR, la compleja relación entre el consumo de alcohol y la siniestralidad vial debe ser abordada desde una perspectiva que considere todos los factores que forman parte de dicha problemática. Es por esto que, desde el sector, sostienen la necesidad de una política pública integral y por consenso que esté acompañada de acciones como controles policiales viales eficientes y constantes; involucramiento del Estado en la formación de los conductores; campañas integrales y constantes de prevención y concientización; generación de leyes que apunten a la prevención; y acciones especialmente dirigidas a los jóvenes, que son quienes están involucrados en el mayor porcentaje de accidentes de tránsito.

En este sentido, y confirmando la visión de COVIAR, según el estudio sobre “Expectativas del consumidor” (datos a julio de 2022) realizado por la consultora Trendsity, en el que se incorporó un módulo de preguntas sobre seguridad vial y consumo excesivo de alcohol sobre una base de casi mil encuestados representativos de todo el país, los consumidores reconocen que para prevenir accidentes viales no hay una solución única. Así, según los resultados de opinión pública, se revela la necesidad de medidas integradas de corto, mediano y largo plazoentre las que se incluyen campañas de educación, concientización y formación; controles de tránsito y mantenimiento de la infraestructura y la seguridad vial.

Otro punto a resaltar en este estudio es la valoración sobre los controles policiales relacionados con la prevención de incidentes viales. Ocho de cada diez encuestados los valora y se verifica mayor aprobación y sensibilidad entre las madres y quienes tienen hijos. La afirmación “Los controles policiales deberían ser más efectivos de lo que actualmente son” tiene 83% de aprobación, porcentaje que sube a 86% entre mujeres y personas con hijos y alcanza 87% en el Gran Buenos Aires. Junto a esto, la sentencia “Debería haber mayor cantidad de controles policiales en la calle, de noche, en zonas de alta concentración de jóvenes” tiene 82% de aprobación, valoración que llega al 86% entre quienes tienen hijos y alcanza 94% de aprobación entre conductores de camionetas y utilitarios.

Por otra parte, según la Organización Mundial de la Salud, solo el 23,8% de los siniestros viales en los países de la región son provocados por presencia de alcohol en conductores. Además, en los lugares en donde rige la Tolerancia Cero, estas cifras no han disminuido. Por ejemplo, en el caso Argentina y de provincias con Alcoholemia Cero como Córdoba, se registraron 335 muertes en siniestros de tránsito en 2012 (año en el que comenzó a aplicarse la medida), cifra que fue aumentando hasta llegar a 564 en 2018, según los últimos datos oficiales disponibles.

En efecto, de los cinco países del mundo con mejores índices de seguridad vial en función de la menor siniestralidad, en ninguno de ellos hay Tolerancia Cero. En Dinamarca, Suiza y Países Bajos su límite de alcohol es de 0.5 gramos por litro de sangre; en Reino Unido: la tolerancia es de 0.8 gramos y en Suecia -el país más avanzado del mundo en materia de seguridad vial- se determinó una tolerancia de 0,2 gr para todo tipo de conductor, incluyendo a principiantes y profesionales, porque el margen de error de la medición no depende de la calidad del conductor, sino de las inevitables imperfecciones del sistema.

“Desde COVIAR trabajamos constantemente en la promoción de un consumo de vino responsable y saludable en todos los ámbitos; sosteniendo el compromiso de seguir contribuyendo en iniciativas conjuntas que apunten sobre todo a la prevención, la educación y a controles efectivos”, afirmó Eduardo Sancho, presidente de la Asociación de Cooperativas Vitivinícolas (ACOVI) y miembro del Directorio de COVIAR, quien admitió que si hubiera evidencias estadísticas de que una Ley de Alcoholemia Cero al Volante ayudara a reducir los accidentes y las muertes sin duda se apoyaría. “Pero está demostrado que por sí sola no da resultados y sí genera mucho daño”, afirmó.

Luego de reunirse con el gobernador Suárez, desde el Directorio de COVIAR se señaló que desde el gobierno de Mendoza acordaron apoyar “una ley de consenso, con endurecimiento de medidas o quizás con un aumento en la edad para la tolerancia cero, que pueda lograr algo que realmente sea beneficioso para bajar el número de accidentes y que no afecte las costumbres de la gente y la actividad vitivinícola en general. Trabajaremos en un proyecto alternativo, junto a los legisladores de las provincias vitivinícolas, que permita lograr este consenso en las distintas cámaras”.

De esta manera, para el sector productivo avanzar con una ley nacional de tolerancia cero, además de inaplicable (ya que según el Observatorio Vial Latinoamericano los instrumentos usados para medir el alcohol en sangre tienen su propio margen de error, y pueden descalibrarse o dar falsos positivos en personas con ciertos problemas de salud), implicaría un impacto muy serio y dañino para la industria vitivinícola de nuestro país, una actividad económica generadora de empleo de calidad que está presente en 18 provincias argentinas.